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Gary Hocking, La cruel ironía del destino

Gary Hocking (30-9-1937 Caerleon, Gales- 21-12-1962, Durban Sudáfrica)

Aunque  nacido en Caerleon en el Sudeste de Gales, Hocking se mudó a muy temprana edad a Rhodesia, actual Zimbawe, y esa era su nacionalidad.

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Andrea Teruzzi Collection/IOMTT.COM
Cuando era un adolescente, comenzó corriendo en pistas de hierba hasta que pasó a los circuitos de asfalto.

Dejó Rhodesia para competir en Europa en 1958. Después de un más que meritorio sexto puesto en su primer Gran Premio, en Holanda, impresiona a todo el mundial con un espectacular tercer puesto en Nurburgring, detrás de las intocables MV Augusta de fábrica. Su moto, una Norton 500cc

Corría con el equipo del distribuidor de la marca inglesa en Manchester, Reg dearden, que puso a su disposición las Norton MANX de 350cc y 500cc.

El invierno del 58 al 59 lo pasa con la familia del piloto del Dearden Team George Costain, que había ganado el Senior TT en el año 1954, aprendiendo el infernal Circuito de la Isla de Man, ya que la familia de Costain vivía en el sur de la isla.

Ya en el año 1959, acaba en una muy respetable posición, 12º de 22 participantes, teniendo en cuenta, además, que era su primera participación en el TT.

Sus cualidades como piloto no pasan desapercibidas para las marcas que corren el Mundial, y es la alemana MZ la que le ofrece la oportunidad de correr con sus motos,  y siendo Subcampeón del Mundo en 250cc.

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Roy Thorogood/IOMTT.COM
En 1960, MV Augusta le ofrece apoyo total de fábrica y responde a esa confianza quedando 2º en 125cc, 250cc y 350cc.

Después de la retirada del mítico John Surtees en 1961 con su paso a la F1, Hocking pasa a ser el Número 1 de la fábrica italiana y consigue el bicampeonato del mundo en las categorías de 350cc y 500cc, con una espectacular serie de victorias repartidas entre un increíble siete de diez en 500cc y cuatro de siete en 350cc.

Lo que no sabía Hocking, es que el destino le tenía reservado un terrible final.

Gary,  muy afectado por la muerte de su gran amigo Tom Philis en el TT del 62, gana en la Isla ese año y decide retirarse a su Rhodesia natal, ya que considera que el riesgo de participar al más alto nivel en la competición en las dos ruedas es demasiado alto.

Y aquí, una cruel ironía se ceba con este gran piloto. Comienza a correr en coches en Rhodesia convencido de que son más seguros que las motos, pero en los entrenamientos del Gran Premio de Natal, su Lotus 24 sale recto en una curva rapidísima y da un salto mortal después de golpear una zanja.

Todavía hoy se especula que Hocking sufrió un desvanecimiento en  la recta de atrás que precedía a esa curva, ya que el coche se fue totalmente recto sin ningún amago de trazarla.

Tenía sólo 25 años.

Triste final para un gran piloto….

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