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MotoGp Qatar: el gran éxito de Dorna.

Oh sí. Ahora todo son aciertos, buenas criticas, felicitaciones y palmaditas en la espalda. Ahora todo el mundo habla del carrerón de Zarco, de Maverick Viñales, del milagro de Rossi (aunque podrían decir que es el que mejor se adapta a las pistas complicadas cuando el resto de punteros no arriesgan, lo cual tiene un mérito descomunal a su edad pero oigan, que lleva 20 años haciendo lo mismo como para extrañarse de que lo vuelva a hacer…), del fiasco inicial de Jorge Lorenzo sobre la Ducati o la soberbia, enorme, descomunal actuación de Aleix Espargaró sobre la Aprilia.

Los hay incluso que hablan del brutal dominio de Joan Mir en Moto3 y del buen sabor de boca dejado por los españoles en esta categoría. Y siendo muy fino, alguno nombrará la excesiva fogosidad y nervios de Fabio Di Giannantonio en su lucha con Martín y Migno. Incluso de Moto2 también habrá quien hable aunque la carrera fuera muy muy «descafeinada» por el brutal ritmo con el que Morbidelli la rompió.

Muy poquitas voces, y menos de aún de pilotos o cualquier persona involucrada en el Mundial de MotoGP, obtendrán alguna lectura negativa del pasado GP de Qatar (y sigo escribiendo Qatar con Q porque mola más y porque la RAE, ese organismo que no distingue entre la B y la V dice que Qatar se escribe con C). Quien sabe si la oportuna «ley del silencio» que Dorna, promotor del certamen, tendrá algo que ver. Recordemos, aquella regla subjetiva por la que un participante podría perder los puntos ganados en pista si ante unos micrófonos comprometiera la imagen del Campeonato con alguna crítica. Igual es por esto que cuesta tanto encontrar esta imagen por ningún lado.

 

Oh no, pocos sacarán a relucir esta foto fantasma del Circuito de Losail inundado (algo que pasó en Indianápolis también, no es para tirarse de los pelos) y pocos, muy pocos, recordarán como en febrero el IRTA comunicó que Loris Capirossi y Franco Uncini, los dos ex pilotos miembros de dirección de carrera, declaraban la pista de Losail apta para correr en caso de lluvia ya que el reflejo de los focos sobre el asfalto mojado ya no era problema.

Oh no, a pocos he oído recordar que fue Loris Capirossi quien, en su época de piloto y como representante de los pilotos, se negó a corer en 2009 porque los reflejos de la iluminación artificial impedían el pilotaje, reflejos que el mismo mes de febrero el afirmó que no existían y que no habría motivo para no celebrar una carrera nocturna en condiciones de lluvia, reflejos a los que él mismo reconoció existían cuandodijo el pasado domingo a sus ex compañeros «la curva dónde os habéis salido todos no está mojada, es que el reflejo de los focos hace parecer que esté mojada…» mientras una cámara de televisión lo grababa. El mismo tipo que se negó a correr defendiendo su nueva camisa del organizador desdiciéndose y rediciéndose con tal de que se corriera. Tan seguro estaba de sí mismo que lo comprobó hasta en tres ocasiones. Aunque los piloto dijeran que no se podía correr como él mismo hizo en 2009, vestido con un mono de cuero y casco en aquella ocasión, recordemos.

Loris Capirossi, el campeón injusto que ganó un Mundial tirando, arollando a Tetsuya Harada (maniobra que repitió con Marcelino Lucchi al año siguiente en el GP de San Marino, arrollar al que podía ganar la carrera), el mismo que ganó otro Mundial gracias a un Biscotto de libro, el mismo al que no respetan muchos pilotos por estas cosas, el que sale a pista cuando los problemas salen por tv pero no cuando se discuten en reuniones privadas no haciendo mucho por evitar problemas como el de la maldita curva 11 de Montmeló aún a sabiendas de que existía ese problema, pues como piloto, también se quejó de aquella escapatoria.

y Franco Uncini, el hombre que precisamente por las deficientes condiciones de seguridad en las que compitió debería luchar y trabajar para mejorar las condiciones actuales. El motociclismo no dejará ser un deporte de valientes (o insconcientes) si se trabaja por eliminar las taras en seguridad en vez de disimularlas con pruebecitas con lluvia artificial.

No, nadie comprometerá a la organización. Aunque hayan hecho el ridículo internaciónal si alguien se preocupara de tirar de hemeroteca. El empecinamiento de una carrera nocturna comparándose a la Fórmula 1 en un deporte que prefiere perder su seña de identidad, el espectaculo de correr en agua, a hacer lo mismo que los de las cuatro ruedas, corriendo de noche aunque no se pueda.

No se puede ser lo que no se es. El motociclismo no es Fórmula 1 ni en audiencia ni en pasta ni en condiciones de pilotaje, y por supuesto, la Fórmula 1 no se permite tener personajes cuyos argumentos evolucionan según el uniforme que vistan.

No, señores que escriben reglamentos, no hará falta que ningún miembro o participante del Mundial les comprometa con sus declaraciones que ustedes, con sus acciones, ya se están retratando solos. Ustedes que salvaron este certamen y acabaran hundiéndolo por creer que son como la Fórmula 1 a nivel de glamour, de condiciones y de PPV.

El éxito de Qatar fue que, sencillamente y por fortuna, por pura chiripa, paró de llover.

No olviden mineralizarse ni vitaminarse. Esta semana nace una categoría en Motorland, SSP 300. A disfrutarla.

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