Se necesitan. Les necesitan. Me sobra

Un nuevo episodio del pseudo desamor entre Rossi y Márquez se convierte de nuevo en el desencadenante de un pseudo debate entre la opinión pública.

Con la ayuda de la gasolina de la caverna mediática, esa que solo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena, el pseudo debate salta a la primera plana, y ya tenemos lío en ese fango en el que algunos se mueven con verdadera habilidad.

Y ese lío, ese barro, le viene de maravilla a la organización del campeonato.

«Algún día tú te sentarás en el trono y la verdad será la que tú digas»
Cersei Lannister

No voy a entrar a valorar ni la historia entre Rossi y Márquez (ni es asunto mío ni tiene que ver con la competición, diré más, me agota) ni en macarradas de Twitter, donde otros buscan el protagonismo que los resultados no aportan.

Añadiré que, estoy seguro, de que los dos primeros se necesitan para justificarse mutuamente.

Retomo. A la organización le viene de maravilla. Primero, como cortina de humo perfecta para tapar sus vergüenzas y su ineptitud gestionando la situación de la carrera del domingo. Mientras unos se empeñan en darle vuelta a la tortilla, que se acabará quemando, ellos se van de rositas.

Y, segundo, porque es la manera de mantener la atención sobre una competición que está perdiendo audiencia.

Como en otros deportes, la competición, lo importante, lo que sucede en pista, importa más bien poco. No sé en cuantos telediarios han nombrado al ganador de la carrera, quien, aunque tenga un apellido complicado de pronunciar en castellano, se merece ese mínimo reconocimiento.

Da igual de qué, lo importante es que se hable.

Y lo alimentan. ¿Por qué una campaña TermasClash y no una Cagada de salida Clash?

«Los clichés de la paranoia,

de quien en todo quiere ver

enemigos que vencer,

y ya no se hable más, ya no me interesa»

Cuna de Caín, Bunbury

Quizá eso supusiera sancionarse a si mismo, del mismo modo que fabricaron la norma para penalizar a quienes hablen mal del campeonato desde dentro.

Y qué jodido es informar. Se preguntaba Simón Patterson, corresponsal (de los buenos, de los fetén) de MCN, de qué sirve invertir miles de libras en cubrir el campeonato desde dentro para aportar información de primera mano si después no pueden cuestionar a la dirección de carrera.

Toda la razón. A los demás nos queda el consuelo del comunicado edulcorado, ese que convierte cualquier cosa en positivo resultado.

Demasiada información dirigida, demasiada propaganda, demasiado escombro.

Y a mi, todo eso me sobra, aunque se empeñen en mostrar interés incluso publicando un bando municipal firmado por el mismísimo gran jefe.

 

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