Valentino Rossi MotoGp Kotegi

Rossi, Luthi, Bastianini: la suerte del subCampeón

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Oh sí, corría el año 2012 cuando Dani Pedrosa culminaba su mejor temporada en MotoGP con una impresionante tablilla final en la que sumaba tres terceros, tres segundos y la friolera de siete victorias (más que ningún otro piloto), y aún así, no fue Campeón del Mundo por dos factores principalmente: el primero, los inoportunos abandonos de Misano y Phillip Island (especialmente sangrante el primero, aquel famoso capítulo en el que se le quedó enganchado el calentador en la rueda delantera y terminó saliendo el último). Más de uno pensó por aquel entonces que a Jorge Lorenzo le sonrió la suerte del Campeón, pero lo cierto es que sólo los que ganan tienen la suerte del Campeón. Normalmente la suerte del Campeón suele ir asociada al máximo control de la situación y determinación por ganar, una suerte que cada Campeón se trabaja cada año y que Pedrosa no tuvo, y este el factor decisivo que impidió a Pedrosa a ser Campeón del Mundo de MotoGP: fue no haber tenido nunca la situación controlada, una situación en la que como el cuento de la liebre y la tortuga, Lorenzo se encontraba a la vez más cerca y más lejos de su perseguidor, Pedrosa, con el paso de los Grandes Premios.

Dani Pedrosa fue subCampeón del Mundo por delante de un Casey Stoner que defendía el título en teoría, pero que en la práctica se encontraba descentrado ante su inminente retirada. Podríamos decir que Pedrosa tuvo la suerte del Subcampeón, esa suerte por la que un piloto es segundo porque bien pelea por ser primero o no quiere quedar tercero. De cualquier otra manera hablaríamos de top 4, top 10….  así que no, sólo quién pelea por ganar algo puede tener la suerte del subcampeón.

Valentino Rossi MotoGp Kotegi
© Movistar Yamaha MotoGp

No se confundan, el que sigue no es un párrafo alabando las virtudes del de la foto, los subcampeones de este año, es una crítica feroz a Jorge Lorenzo dándole donde más le duele: en el magnífico papel de Valentino Rossi, treinta y pico tacos, todo un viejales según los ojos de mi sobrina que ha tenido (buscado) la suerte del subCampeón en 2016. Todo un logro para un deportista de nivel Mundial y cuya figura excede el motociclismo, excede incluso el deporte precisamente porque, como dijo Stoner, su ambición supera su talento. Y su experiencia apoya la mencionada ambición. Puede que Rossi no terminara en el podio de Valencia, puede que su final de año quede eclipsado por la absolutamente estratosférica carrera de Lorenzo en Cheste (dentro de unos años se hablará de ésta carrera como la despedida perfecta), pero lo cierto es que sólo Valentino Rossi ha tenido en 2016 la suerte del subCampeón porque luchó por ganar en cada carrera y circunstancia, supo adaptarse mejor que casi nadie a las cambiantes condiciones de ésta temporada y finalmente, en la despedida de Lorenzo, Rossi consiguió su objetivo de ser el mejor piloto de Yamaha en la clasificación final. Puede que la carrera de Lorenzo fuera la ostia, pero sólo Rossi le disputó, en algún momento, la corona a Marc Márquez (cuyas últimas tres carreras peleándose con su moto nos dan medida de la marcianada que ha conseguido este año, por cierto).

No sé bien que le ha pasado a Lorenzo con el agua y los Michelin, lo cierto es que el año pasado (con neumáticos Bridgestone) ya dio síntomas de flaqueza cuando llovía (Silverstone y Misano, por ejemplo) y hasta no hace mucho era el mejor piloto en mojado con diferencia. Se ha echado de menos en algún Gran Premio la determinación y voluntad que ha demostrado en Cheste con su (¿he dicho estratosférica?, pues que sea galáctica) victoria de libro, y nunca tuvo ese poder de adaptación que si tuvo Márquez y, por hablar de la misma moto, Rossi. Esa cualidad que te permite luchar por el título y que Lorenzo ha demostrado en cinco ocasiones en años alternos, como si tras cada título se tomara un respiro, ese respiro que te hace perder la suerte del subCampeón por no estar atento. El magnífico Rossi se la birló.

Tom Luthi durante el Gran premio de Gran Bretaña
Tom Luthi – Foto: © MotoGp.com

Alex Rins demostró pundonor máximo intentando arañar puntos en el difícil y exigente circuito japonés de Motegi: imaginaos 23 vueltas castigando un hombro en las frenadas más agresivas de todo el mundial, 23 vueltas esperando que terminara el gran premio esperando que algún compañero se cayera para poder arañar un punto en la lucha por el mundial mientras te aguantas la lágrimas de puro dolor bajo el casco para no perder la concentración, pero no fue suficiente. El suizo Thomas Luthi llegó a Japón oliendo la sangre de Rins y atacó como si aquel Gran Premio fuera la última oportunidad de ganar una carrera en Japón en 2016, como hizo en Sepang y como peleó en Cheste contra Rins, como si aquella fuera la última oportuna de ser Subcampeón en este 2016. Y lo era para Luthi, pero Rins puede que perdiera su oportunidad mucho antes.

«Le dije que se olvidará de Twitter, de las gafas de sol y de las demás tonterías…¡Zarco! Si quiere ser Campeón del Mundo, Zarco tiene que estar en su cabeza cuando abra los ojos por la mañana, tiene que tenerlo en su cabeza cuando entrene, tiene que verlo en el espejo cuando se mire…No hay otra manera si quiere ser Campeón del Mundo» fueron las palabras que Sito Pons que Manuel Pecino publicó el pasado 1 de agosto. El pundonor y la honestidad de Rins están presentes en el GP de Japón, pero mucho antes de su lesión de hombro mostró una irregularidad en su clasificación para parrilla que ha terminado desastrando la quizá (y sólo quizá), última oportunidad de un talento como Rins de ser Campeón del Mundo. Leyendo y releyendo las palabras de Pons, es fácil pensar que Rins se perdió en el camino en la pelea por el Campeonato, mientras que la inusitada ambición del suizo Luthi, obsesionándose con Rins como Rins no hizo con Zarco, le llevo a ganarse la suerte del subCampeón.

En Moto3 muy mala suerte tuvo Jorge Navarro y su inoportuna lesión mientras entrenaba en un karting. Hasta entonces el único que podía soñar con hacerle sombra al estratosférico-galáctico año del Campeón Brad Binder, una lesión de la que demostró estar perfectamente recuperado tras su victoria en Alcañiz. Tras Alcañiz, la perla italiana Enea Bastinanini ha conseguido superar a Navarro en la clasificación final y colocarse como segundo en la tabla final. Bastianini ha superado a Navarro por 27 puntos en la general, sumando 31 puntos más que el valenciano en los últimos cuatro Grandes Premios. Pero tres abandonos consecutivos tras la victoria de Aragón hicieron a Navarro no poder luchar por la suerte del subCampeón, demasiados errores impropios de alguien que lucha por el título.

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