Nakagami

El chiste del italiano, el suizo y el japonés

Nakagami
IDEMITSU Honda Team Asia

Dicen que decía Shuei Nakamoto allá por 2011, ex número 2 de HRC y su cabeza visible en los circuitos hasta el pasado año, que no llevaría a Marc Márquez a MotoGP en 2012 porque quería ver cómo aguantaba la presión de ser el único favorito para ganar el título de Moto2 una vez que en 2011 estaba en disposición de ganarlo.

Y esto, dejar a los pilotos gestionar la presión antes de llegar a MotoGP, es algo que pocas veces hemos podido presenciar en Moto2, se nos niega la oportunidad de ver a los pilotos defender su rol de Gran Jefe de la categoría intermedia y algunas veces incluso promovido por el mismo Nakamoto, como su canto al sol de llevar a Miller directamente a MotoGP sin títulos, sin presión y sin necesidad de demostrar mucho más que su capacidad de írsele la olla en Moto3 cuando, efectivamente, tenía algo de presión.

Si tiramos de archivo, de ganas, de memoria y de cotejar datos aún a riesgo de que no nos gusten las conclusiones, resulta más o menos interesante ver el resultado de aquellos pilotos de MotoGP que tuvieron en otras categorías la oportunidad de enfrentarse a la presión de ganar/defender un título y conseguirlo con los que no tuvieron la oportunidad de hacerlo. Y es que, probablemente, en esta situación extrema, la de estar obligado a ganar y no equivocarte en el intento, es dónde podríamos marcar la línea que separan a los cracks de los grandes pilotos. Porque Ángel Nieto tenía razón, son todos buenísimos, pero no todos son unos cracks.

nieto
Repsol Media

Y es una lástima que a MotoGP vayan llegando cada vez más y más pilotos que tienen sus contratos firmados antes de haberse enfrentado a situaciones de estrés extremo en Moto2, Moto3, SSP, SBK o en el karting de tu pueblo para cumplir un rol que, deportivamente no parece satisfacer mucho a nadie, o al menos yo tengo esa impresión. Que Sam Lowes haya sido invitado a buscarse la vida en otro equipo desde Aprilia no deja de ser un despropósito desde el mismo momento que Gresini le firmó una plaza en MotoGP hace tres temporadas, antes de intentar demostrar en Moto2 que era algo más que un piloto veloz como el viento, irregular en los resultados y regular en las caídas.

Héctor Barberá, Loris Baz, Karel Abraham, Jack Miller, Scott Redding, Danilo Petrucci, Andrea Iannone, Tito Rabat, por nombrar los de este año, y por nombrar los del que viene, un italiano, un suizo y un japonés, Morbidelli, Luthi y Nakagami, pilotos que o bien no han conseguido el objetivo de ser Campeones del Mundo o si lo han conseguido no han sido capaces de defenderlo con el ahínco esperado, en algunos casos han sido sangrantemente incapaces de mantener una regularidad en sus resultados en una categoría que mantiene la misma mecánica durante siete años ya, una irregularidad que se ha reflejado en MotoGP.

Moto2 es una categoría que ve como sus talentos a medio formar se van fugando y de repente, los pilotos más rápidos pasan a ser los favoritos por incomparecencia de los fugados, fugados que llegan a MotoGP sin el peaje del estrés, de la presión de ser los mejores y que se encuentran en lo más alto de este deporte sin haber sido capaces, sin haber demostrado, que saben soportar la presión que precisa la élite para sobresalir en ella. Y no me habléis de mecánicas inferiores, todos sabemos y vemos carrera tras carrera que los pilotos de mecánicas inferiores no trasgreden los límites de su mecánica, o dicho de otro modo, son incapaces de mejorar la moto que tienen en una categoría que, por definición, desde antaño los tiempos, desde antes que la mayoría de los que andamos por aquí hubiéramos nacido, una categoría que se definió y debería definirse por ser la categoría de los pilotos que están más allá de sus mecánicas.

Casey Stoner
Ducati Press

Desde luego que la falta de interés por parte de los pilotos y sus managers de mantenerse en Moto2 es evidente, como se ha visto este año en el que hasta Xavier Simeon optaba a una plaza en MotoGP avalado por 700.000 euros, y uno no deja de preguntarse qué pasa en una organización que se inventó las CRT’s (ya sabeis, esas MotoGP con motores de calle), que se inventó las Open (ya sabéis, aquellas motos diseñadas para no molestar a los oficiales), que se inventó el flag to flag y que dice ofrecer un espectáculo tal para cobrarle a una cadena de televisión 20 kilos por temporada, que convenció a las marcas para compartir piezas en sus motos, qué pasa en esa organización que no quiere proteger la categoría que debería filtrar los pilotos capaces de soportar la presión y acepta que lleguen a MotoGP sin haber aprendido lo que querían que aprendieran en Moto2.

Porque si ahora resulta que Rossi se lesiona y ya estamos echando números con la gente que dejará de ver las carreras o que no irá a Misano, será porque el resto del producto no es tan atractivo para gran parte del público.

Yo creo que existe una excesiva afluencia de pilotos inexpertos a MotoGP, pilotos que deberían llegar a MotoGP con la experiencia adquirida y no a adquirirla en cuatro o cinco carreritas antes de exigirles resultados como ha ocurrido con Lowes, y creo que esto contribuye a que el producto no sea atractivo. Creo que el título de Moto2 no valga ni lo que vale el folio en el que los pilotos firman irse de Moto2 a dónde sea, es parte del problema.

Pedrosa
Dani Pedrosa

Debe ser muy difícil que las carreras de Moto2 sean flag to flag y que no haya que cortarlas si llueve. Debe ser imposible que la motivación económica y de prestigio llegue al nivel de las 250 de dos tiempos que precedían a las Moto2. Debe ser que falta pasta por todos los lados y mientras MotoGP vaya funcionando vamos salvando las temporadas. O debe ser que al abajo firmante le gustaban demasiado las carreras de 250 y sus pilotos expertos y las echa de menos mientras se traga un tostón llamado Moto2 en el que la mayoría de pilotos brillan intermitente hasta conseguir un contrato.

El abajo firmante: Manolo Fernández, @mnlt15

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