Shane Byrne, ganador del BSB 2017

Seis vueltas le duró el último cartucho a Leon Haslam. Conservaba dos puntos de ventaja en la clasificación general y, además, salía undécimo en parrilla debido a su mal ritmo en la carrera dos.

Salió fuerte y ganó varias posiciones, rodando quinto por delante de su principal rival Shakey Byrne, al que parecía controlar.

Sin embargo, el piloto de Kawasaki se fue al suelo en la sexta vuelta, en una dura caída a mas de 270 kmh que, además de acabar con su sueño de ganar el campeonato, le dejaba un tobillo roto. Posteriormente, tanto piloto como equipo achacaban la fortísima caída a un fallo en los frenos.

Una enésima muestra más de la mala suerte que persigue el hijo del mítico Ron que, de nuevo, se quedaba a las puertas de lograr un título. Para el recuerdo también aquella Suzuki en llamas cuando apuraba sus opciones de ganar el mundial de Superbike en 2010.

Con Haslam fuera de combate, a Byrne le bastaba con sumar tres puntos. Y se dejó llevar, por mucho que Brookes liderara la carrera y la ganase. Gracias a esa victoria, el australiano ascendió a la segunda posición en la general en su temporada de regreso. Jason O’Halloran y James Ellison le acompañaron en el último pódium del año.

Byrne apuntaba en el palmarés su sexto título del certamen británico, superando su propio record. Lejos queda ya aquella temporada 2014 en la que peleó con Kiyonari por deshacer el empate a tres.

Quedará también para el recuerdo la imagen de un Haslam dolorido, desolado, esperando deportivamente al ganador en el parque cerrado para felicitarle por su título. Tomen nota otros.

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