Un hombre y una disculpa – WorldSBK Imola: A Cámara lenta

En estos días se ha escrito mucho sobre Kenan Sofuoglu y su actitud en pista y fuera de ella. Este es un deporte bastante ingrato, a veces. Soy el primero en asumir mis errores y escribiendo esta sección, como lo hacen otros compañeros, el riesgo aumenta, pues es poner “negro sobre blanco” las sensaciones, las valoraciones que hacemos tras las carreras.

Kawasaki Press

Quien haya seguido a Kenan durante los años en los que ha estado compitiendo sabe cuál ha sido su estilo de pilotaje. Rápido como él solo, ha sido capaz de hacer lo que nadie, hasta el momento, dentro del WSBK: ganar cinco Campeonatos del Mundo. Su objetivo era conseguir el sexto, pero las circunstancias no han sido las propicias. Su paso por Moto2 fue un error, aunque bueno, no sé si él lo toma así, porque con su particular forma de ver las cosas es posible que lo asuma como parte del camino que le ha llevado a ser quien es hoy. El motociclismo es un deporte de riesgo, de mucho riesgo y desde el momento que por cualquier cuestión pierdes el equilibrio, el porcentaje de hacerte daño aumenta. Esto lo sabemos todos, especialmente los pilotos. Muchas acciones hemos visto en pista que han terminado con los pilotos en el suelo, pero pongo en duda que sean de forma premeditada, salvo casos tremendamente evidentes: cuando frenas la moto, miras para atrás, localizas al “objetivo” y sueltas la “gamba”… sabes muy bien qué estás haciendo.

A medida que se rueda rápido, los márgenes se reducen, los espacios se hacen más pequeños y las fracciones de tiempo de reacción se convierten en algo tan pequeño que cuesta medir. Con todo esto afirmo que pocos pilotos tendrían la sangre fría de tirar premeditadamente a otro, sabiendo cuánto daño puedes llegar a hacerte.

En el caso de Kenan y Simón, para los dos tengo algo que contar. En la etapa en la que hacía fotografía por los circuitos, tuve un “encontronazo” con Kenan. Recuerdo que estaba esperando la salida de los pilotos para el podium de Superbikes. Esos momentos son de mucha gente en un espacio reducido, luego todo se complica. Es un momento en el que casi no despegas el ojo de la cámara porque todo sucede rápido, como todas las cosas en el mundillo de las carreras. De pronto, recibo un golpe y noto que alguien me pisa: era Kenan Sofuoglu. No he visto a nadie disculparse tanto como él en ese momento. Quizás, cualquier otro hubiese seguido adelante, total, “soy Campeón del Mundo y debéis abrirme paso”. Recuerdo imágenes de alguno yendo en scooter por el paddock apartando “con la gamba” a los fans que después les aportan la fama necesaria para forrarse a base de patrocinadores.

Pues bien, se disculpó, se interesó y yo me quedé pensando “he recibido un pisotón de un pié con Cinco Campeonatos del Mundo”…

Por otro lado, estuve junto con Pipe en el retorno de Julián Simón tras su lesión. No, no fue en los GGPP, fue en Albacete y con la moto de Carmelo Morales, por aquel entonces compañero de Jordi Torres, que también estaba con nosotros, horas después de finalizar una prueba del CEV. El ambiente de ese momento fue indescriptible; verlo con las muletas dirigirse a la moto, con un silencio absoluto… aquello me marcó, no se me olvidará en la vida. Durante las vueltas que dio, solo se oía el motor de la Suter a todo lo largo del circuito. En pocas vueltas, los tiempos que marcaba ya eran de campeón. Julián me parece otro tipo excepcional, sin duda.

No creo que ninguno de los dos desee nada malo para nadie y en mi opinión, es un asunto que se ha de dejar para ellos y entre ellos.

La retirada de Kenan se produce después de un montón de “desprecios” por parte de la organización de un Campeonato que sería mucho menos sin la figura de Kenan. Él ha construido historia, antes incluso de la llegada de Dorna al WSBK, quizás este sea su error, que no fue uno de los elegidos. Tras un “apto” para correr en la última prueba de 2017, se ha llegado a decir que se incorporó de forma precipitada sin haberse recuperado lo suficiente. ¿Para qué le dan ustedes el apto entonces? Y esta temporada, tras los problemas con los Pirelli, se tachaba de irresponsables a los pilotos, incluido y especialmente Kenan, por usar presiones inadecuadas. ¿Han llegado a dar datos? ¿Cuáles son las presiones adecuadas y qué presiones usaron los pilotos para sentenciar que fueron inadecuadas? ¿Habéis visto números? Yo no.

Sobre Kenan se ha corrido un tupido velo, tanto que apenas tuvo el domingo unos minutos de gloria, más por lo inesperado de su no participación en carrera que por el “homenaje” preparado por Dorna. Las actitudes políticamente correctas lo son tanto a veces que se vuelven incorrectas. Las camisas blancas, que cada vez detesto más, deberían montarse en una moto y dar una vuelta a los circuitos de vez en cuando, para que sepan qué se siente, qué se gana y cuánto se pierde, llegado el caso. Esos administradores no saben lo que es una “Vuelta 12+1”, no saben lo que es una mañana y parte de la tarde en Dry Sack, una pelousse, una cola kilométrica para acceder al circuito. No saben lo que es una tienda de campaña, hacer cientos de kilómetros en moto para llegar a un circuito y volver para trabajar al día siguiente.

Kenan, al igual que cualquier piloto, está por encima de ellos, por mucho que lleguen desprecios o un “no te recibo porque… no te recibo”. Estoy seguro que cualquier aficionado, incluso el que piense que es un “piloto irresponsable”, si se sentara cinco minutos con él cambiaría radicalmente de opinión. Para ti, Kenan Sofuoglu, Pentacampeón del Mundo, mi más sincera admiración.

Y además, este fin de semana se ha corrido la ronda italiana del WSBK, pero esta vez no tengo cuerpo para mencionar más que Rea está intratable, que me gustó la lucha con Davies, la entrega de Forés y las ganas de Torres. Apenas me quedan ganas de comentar la mala suerte de Román pero valorar su capacidad de superación pese a todo, apenas hay ganas de decir que WSSP300 puede ser ganado por una chica, al igual que chicos, porque el sexo no es condición para pilotar rápido y no debería ser noticia por tanto; apenas ganas para lamentar tanta caída y para felicitar a Borja, Mika, María, Ana… que hicieron unas carreras extraordinarias.

Esta semana siento tristeza, porque nuestro deporte no ha sido todo lo generoso que debiera haber sido con un tipo que ha marcado una época. Se le ha dejado ir con más pena que gloria y eso, para mí, es motivo de tristeza, más aún porque quien debería haberla materializado, quien debería haber hecho presente esa gloria de alguna manera, ha intentado lo contrario, no levantar mucho polvo. Pero si es polvo y grava en pista, no importa, aunque pueda provocar la caída de un piloto, porque total, esto es espectáculo y la bandera roja no entra en los guiones, a veces, y las presiones recomendadas están pensadas para ser polivalentes y eximir de culpas.

Ah, para cerrar… saludos, Teledeporte.

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